Hay
varios chiles regionales de la costa del pacífico, principalmente en la
costa de Oaxaca y Guerrero producidos para el consumo local, poco
fáciles de encontrar fuera de su zona de producción, estos cuatro son
los que tienen más demanda y más aun como chiles secos que frescos. Los
chiles chilhuacle, y chilcoxle y de onza son chiles oaxaqueños y de uso
habitual en los moles y salsas de la zona. En estado verde el chihuacle
es un chile de forma cuadrada y más ancho en la parte superior, madura
en tonos de amarillo, negro y rojo, y da el color y sabor característico
a los famosos moles oaxaqueños. El nombre de chilcoxle proviene de la
palabra náhuatl chilcoztli y quiere decir chile amarillo, es grande,
alargado, con ápice chato y un cajete en la unión del péndulo adquiere
un tono guinda mostaza al secar y se usa para el mole llamado amarillo.
El onza es otro de los chiles regionales que se usan más secos que
frescos. Es parecido al costeño pero de tamaño más grande, y al secar
adquieren un tono rejo transparente.
Como fruto verde el costeño es conocido como chile criollo y presenta una gran cantidad de formas, tamaños y colores. Por lo general el fruto es alargado, pero también puede ser de forma cónica u ovalada. Su cubierta exterior es delgada de color verde o amarillento en estado fresco al madurar adquiere un todo rojizo pálido y sus paredes se vuelven delgadas y traslúcidas, es picante y de buen sabor.
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